10 Todas las tropas caldeas que había con el jefe de la guardia
demolieron las murallas que rodeaban a Jerusalén.
11 Cuanto al resto del pueblo que quedaba en la ciudad, los desertores
que se habían pasado al rey de Babilonia y el resto de
la gente,
Nebuzaradán, jefe de la guardia, los deportó.
12 El jefe de la guardia dejó algunos para viñadores y labradores de
entre la gente pobre.
13 Los caldeos rompieron las columnas de bronce que había en la
Casa de Yahveh, las basas, el Mar de bronce de la Casa de Yahveh, y se
llevaron el bronce a Babilonia.
14 Tomaron también los ceniceros, las paletas, los cuchillos, las
cucharas y todos los utensilios de bronce de que se servían.